Mi Otra Yo

Mi Otra Yo, serie de Netflix.  Capítulo final de la primera temporada.

Por María Tizado Riera

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Capítulo 8: ¿Qué llevas en tu canasta?

1- El Perdón

¿Qué llevas en tu canasta?

Escena del Olivo. El perdón

2- Muko y la carta

«La medicina de las raíces tarda un poco en llegar a las ramas»

3- Asentir

«No tienes que disculparte por tu madre»

¿Qué cargo a / y de los otros?

4- Repaso de los hechos

¿Funcionará?

¿Por qué dice Zaman que perdón es una palabra muy fuerte?

 
Textos de Bert Hellinger para leer y releer.
 
«A veces, el enfrentamiento necesario se sustituye por el perdón, pero el mismo tan sólo encubre y aplaza el conflicto en lugar de solucionarlo.
Es especialmente grave el perdón cuando la víctima le perdona la culpa al culpable, como si tuviera el derecho de hacerlo. Para lograr una reconciliación verdadera, el inocente no sólo tiene el derecho de exigir la reparación y la expiación, sino incluso tiene la obligación de hacerlo. Y el culpable no sólo tiene la obligación de llevar las consecuencias de sus actos, sino también tiene el derecho de hacerlo.»
 
Es una visión muy distinta a la que solemos leer por ahí pues no parte de una teoría sino de la observación de las consecuencias sistémicas de perdonar.
Y estás consecuencias se arrastran en ambos sistemas, el del culpable y el de la víctima. 
En la serie lo observamos en las constelaciones de las 3 protagonistas.
El asesino del padre de Sevgi
El asesino de Eleni.
Cuando víctima y culpable están en el mismo sistema aún se complican más las consecuencias: Él bisabuelo y la tía abuela de Ada.
 
«Un hijo que está perdonando, está acusando al mismo tiempo a los padres, se está poniendo por encima de ellos, y pierde a los padres, su fuerza y su felicidad.
En cuanto puede aceptar, decir que sí a todo lo que sucedió, tal como fue, esto se convierte en una fuerza. En cuanto lo rechaza o lo perdona se debilita, se pone por encima y a la vez queda pequeño.»
 
Entonces la palabra es «asentir» a todo lo que fue, de ese modo lo dejo atrás, suelto el peso y quedo libre para tomar los regalos, entre ellos, la vida.
Recordando la imagen de quien camina mirando hacia atrás se pierde el futuro.
Entonces asiento y miro hacia delante, me hago grande y puedo elegir el camino que yo quiero.
María Tizado

¡Queda mucho! continuamos

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El mundo necesita tu luz ¿se la vas a negar?